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Si su hijo aprieta o rechina los dientes, es posible que sufra de bruxismo. El bruxismo en niños, lo evaluamos en consulta y actuamos con intervenciones graduales, siempre priorizando el crecimiento, la función y el bienestar del niño. Vamos a explicar de manera sencilla pero profunda que es el Bruxismo infantil, si lo desea, puede pedir cita en nuestra unidad de Odontopediatría.

Madre e Hijo Bruxismo Infantil | Clínica Dental Satorres - Paterna - Manises

Qué es el bruxismo en niños

El bruxismo infantil es una actividad repetitiva de los músculos masticatorios que implica apretar los dientes y/o rechinar los dientes. No es una “enfermedad” en sí, sino un comportamiento motor que puede ser fisiológico (sin consecuencias) o patológico (si causa dolor, desgaste o altera el sueño).

Bruxismo del sueño vs bruxismo en vigilia

Diferenciamos entre bruxismo del sueño (más frecuente, con sonidos nocturnos de rechinar) y bruxismo en vigilia (apretar silencioso durante el día, ligado a concentración o estrés). Esta distinción guía el diagnóstico del bruxismo infantil y el tratamiento.

Cómo detectar el Bruxismo infantil: Síntomas

Síntomas externos: Observar en casa

Escuche rechinar por la noche al inicio del sueño, observe atentamente el sueño inquieto o despertares y pregunte por dolor mandibular, cefalea frontal/temporal o cansancio matutino. De día, detecte apretar al estudiar o frente a pantallas y el hábito de mordisquear objetos.

Síntomas internos: El niño

Dolor al masticar alimentos duros por la mañana, hipersensibilidad dental al frío y sensación de “mandíbula rígida” al despertar son síntomas del bruxismo infantil frecuentes.

Análisis profesional de los síntomas

Buscamos facetas de desgaste en caninos e incisivos temporales, dolor a la palpación de maseteros/temporales, microfisuras o abfracciones, lengua con marcas dentarias y carrillos mordidos. Todo ello nos ayuda a clasificar la severidad del bruxismo infantil.

Síntomas graves y señales de alarma

Nos alertan el desgaste que expone dentina en dentición temporal o mixta, el dolor orofacial recurrente (Para entendernos, dolor repetido en la cara o boca), las cefaleas frecuentes, la limitación de apertura, la interferencia con el sueño o la alimentación y los signos de trastorno respiratorio del sueño (ronquido habitual, pausas, respiración bucal, amígdalas/adenoides grandes). También valoramos reflujo, TDAH o medicación estimulante, y el bruxismo en vigilia persistente con impacto escolar o social.

Tipos de bruxismo infantil

Tipo de bruxismo según el estado: 

Bruxismo infantil del sueño

Sucede durante la noche y suele “dar la cara” con ruidos de rechinar. Aparece asociado a microdespertares y puede dejar como “resaca” matinal dolor mandibular o sensación de descanso pobre. En clínica Satorres lo identificamos por facetas de desgaste y, a veces, hipersensibilidad. Ojo si coincide con ronquido o respiración bucal: conviene cribado de sueño.

Bruxismo infantil en vigilia

Es el apretamiento silencioso cuando el niño está concentrado (deberes, pantallas, dibujo). No hace ruido, pero fatiga músculos y puede provocar dolor a la mínima. Aquí el enfoque es reeducación del hábito y pausas activas. No tiene vuelta de hoja: si no se trabaja la conciencia postural, tiende a persistir.

Tipo de bruxismo según el patrón muscular:

Bruxismo infantil Fásico (rítmico)

Contracciones cortas y repetidas, el típico “chirrido”. Se asocia a desgaste incisal y de cúspides. Suelen ser ráfagas durante fases de sueño ligero. En consulta nos orienta a proteger bordes y controlar el avance del desgaste.

Bruxismo infantil Tónico (sostenido)

Apretamiento mantenido, sin ruido. Más vinculado a dolor muscular al despertar y sensación de rigidez. Reacciona bien a estiramientos, automasaje y medidas de higiene del sueño. En dentición mixta, si precisa protector, preferimos diseños finos y revisables.

Bruxismo infantil Mixto

Combina episodios fásicos y tónicos. Es frecuente y, de golpe y porrazo, puede acelerar el desgaste. Ajustamos el plan sumando protección selectiva y rutinas de relajación mandibular. El objetivo: “quitar hierro” a las cargas nocturnas y diurnas.

Tipo de bruxismo infantil según la etapa dentaria: 

Tipos de Bruxismo Infantil | Clínica Dental Satorres - Paterna - Manises

Bruxismo Temporal (dientes de leche)

Puede ser fisiológico, con facetas planas discretas y curso autolimitado. Vigilamos el ritmo: si el desgaste “corre” o causa sensibilidad, intervenimos de forma conservadora.

Bruxismo Mixto

Etapa de cambios de mordida y crecimiento. Priorizamos medidas reversibles, controles más seguidos y protección puntual si hay dentina expuesta o dolor. Nada de tratamientos agresivos sin motivo.

Bruxismo Permanente

Si persiste con signos y síntomas, escalamos protección y abordamos factores perpetuadores. Buscamos evitar que el problema “se haga fuerte”.

Bruxismo infantil según el impacto clínico: 

Bruxismo Fisiológico

Sin dolor, sueño conservado y desgaste mínimo. Seguimiento, hábitos y tranquilidad.

Bruxismo Patológico

Dolor orofacial, hipersensibilidad, limitación de apertura o dentina al descubierto. Aquí toca ponerse manos a la obra: proteger, aliviar y estudiar causas asociadas (respiración, rinitis, estrés).

Bruxismo infantil según la duración: 

Bruxismo episódico

Brotes cortos (erupción, semanas de exámenes). Manejo con educación y control.

Bruximos recurrente

Va y viene varias veces al año. Conviene reforzar hábitos y medir el desgaste con fotos periódicas.

Bruxismo persistente

Casi diario durante meses. Más riesgo de desgaste y de mal descanso con bajón escolar. Requiere plan estructurado.

Bruxismo intantil según la asociación clínica: 

Bruxismo aislado

Sin comorbilidades claras. Enfoque centrado en hábitos y protección si procede.

Bruxismo vinculado a otras condiciones

“Va de la mano” con trastornos respiratorios del sueño (ronquido, apnea por adenoamígdalas), TDAH/estimulantes, rinitis alérgica o reflujo. Primero tratamos lo asociado; el bruxismo suele aflojar después.

Diagnóstico del bruxismo infantil

El diagnóstico del bruxismo infantil consiste en escuchar lo que pasa en casa (rechinar, dolor al despertar), explorar bien la boca (desgaste, tensión muscular/ATM) y, con eso, decidir si toca actuar ya o solo observar. Sin rodeos: hacemos lo justo y necesario para proteger dientes y sueño, y coordinamos con Pediatría/ORL si hay ronquido o respiración bucal.

Señales de posible Bruxismo Infantil

Bruxismo Infantil | Clínica Dental Satorres - Paterna - ManisesEstas señales se explican porque son, digamos, el “semáforo” que te dice cuándo pedir cita sin esperar. Si se repiten 2–3 semanas o ves que “va a más”, mejor venir y lo afinamos juntos.

Señales claras

Dolor que despierta al niño durante la noche o al amanecer.

Ronquido habitual o respiración bucal al dormir (boca abierta).

Rigidez o “boca que no abre” por la mañana que tarda en ceder.

Incisivos que pierden altura en cuestión de semanas o aparece dentina (tono amarillento).

Impacto en su día a día

Somnolencia o “cansancio arrastrado” por la mañana.

Irritabilidad, menor atención o bajada en el cole por sueño no reparador.

Regla rápida: si estas señales se repiten 2–3 semanas seguidas o “va a más”, pida valoración. «Más vale pronto que tarde».

Diagnóstico en consulta: Que haremos en Clínica Dental Satorres

Le preguntaremos por ruidos nocturnos, dolor al despertar, hábitos diurnos (apretar al estudiar, mordisquear), rutinas de sueño y antecedentes (alergias, rinitis, TDAH, medicación). A simple vista ya podemos ubicar el diagnóstico del bruxismo como posible.

Explorar y medir

Revisamos facetas de desgaste, sensibilidad, músculos y ATM; fotografiamos incisivos para comparar en el tiempo. Si hace falta, iniciamos un diario de 2–4 semanas con síntomas y, si es viable, un breve vídeo nocturno. Con esto pasamos a probable si los signos encajan.

Si sospechamos problema de sueño

Ante ronquido, pausas o respiración bucal, activamos cribado y posible derivación a Otorrinolaringología (ORL) o a su pediatra. La polisomnografía (estudio de sueño con EMG/audio) se reserva para dudas mayores; en niños es excepcional. Este enfoque sigue la ICSD‑3 de la American Academy of Sleep Medicine, que describe el bruxismo del sueño ligado a microdespertares y a la actividad rítmica masticatoria.

Grado de certeza diagnóstica: 

Posible

“Nos lo contáis”: ruidos, dolor matinal, mordisqueo diurno. ¿Qué hacemos? Educación, rutinas y seguimiento corto.

Probable

Sumamos hallazgos en boca: facetas, dolor a la palpación, marcas en lengua o carrillos. ¿Plan? Protección selectiva si hay desgaste/sensibilidad y abordar hábitos y sueño.

Definido

Confirmación instrumental con polisomnografía cuando hay dudas serias (p. ej., apnea o parasomnias). No suele hacer falta. Este modo de graduar (posible–probable–definido) viene del consenso internacional de Lobbezoo et al. en Bruxism defined and graded (J Oral Rehabil, 2013), que usamos como guía práctica.

El diagnóstico del bruxismo infantil no es una etiqueta: es una hoja de ruta para decidir la intervención mínima eficaz según los datos que tenemos. Con señales claras actuamos; si no, observamos y cuidamos hábitos. Así de simple y, sobre todo, útil.

 

Por qué ocurre: Causas y factores del bruxismo infantil

En el bruxismo del sueño existe un patrón bien descrito: durante microdespertares se activa la actividad rítmica masticatoria (RMMA) y aparecen episodios de rechinar o apretar. Sin rodeos: no es una manía, es cómo responde el sistema nervioso en picos breves de activación. Esta visión está respaldada por Lavigne y Kato en Bruxism and rhythmic masticatory muscle activity during sleep y recogida en la ICSD‑3 de la American Academy of Sleep Medicine.

Cuadro como es Bruxismo Infantil | Clínica Dental Satorres - Paterna - ManisesQué ocurre durante los microdespertares

Se produce un pequeño ascenso del tono simpático y del pulso, seguido de descargas rítmicas en los músculos masticatorios. Si estos eventos se repiten con frecuencia, el desgaste dental acelera y aparecen molestias matutinas.

Cómo se nota en casa

Rechinar audible en las primeras horas de la noche, sensación de mandíbula “cargada” al despertar y, a veces, cefalea. Cuando esto se repite, conviene valorar sin esperar a que “vaya a más”.

Higiene del sueño y rutinas: lo de antes de dormir cuenta

Horarios cambiantes, pantallas a última hora o cenas copiosas fragmentan el descanso y multiplican los microdespertares. Resultado: más bruxismo en niños. Ordenar rutinas (hora estable, luz tenue, nada de pantallas 60–90 minutos antes) suele bajar episodios. No tiene vuelta de hoja.

Vía aérea y respiración: si falta aire, el cuerpo compensa

El ronquido habitual, la respiración bucal y la hipertrofia adenoamigdalar se asocian a sueño inquieto y más RMMA. La rinitis alérgica no tratada empuja a dormir con la boca abierta y empeora la calidad del sueño. Cuando abordamos la vía aérea con Pediatría/ORL, el bruxismo a menudo afloja, en línea con la ICSD‑3 y revisiones de Lavigne.

Señales clínicas que nos orientan

Un niño que ronca la mayoría de las noches, duerme con la boca abierta y arrastra congestión nasal crónica tiene muchas papeletas de presentar episodios de bruxismo del sueño más intensos y frecuentes.

Qué cambia al tratar la vía aérea

Mejora la oxigenación, descienden los microdespertares y se reduce la RMMA. En muchos casos es mano de santo para estabilizar el rechinar y proteger el esmalte.

Estrés y regulación emocional: modulador, no única causa

Presión escolar, cambios familiares o conflictos sostenidos elevan la activación y favorecen el bruxismo en vigilia (apretar silencioso al concentrarse). Nuestro enfoque es práctico: reeducación diurna, pausas y rutina de relajación antes de dormir. Manfredini y Lobbezoo lo sintetizan como fenómeno multifactorial en Bruxism: a multifactorial phenomenon: lo psicosocial influye, pero no lo explica todo.

Señales diurnas que delatan tensión

Apretar con la lengua pegada al paladar, mordisquear objetos y hombros elevados al estudiar son pistas claras. Aquí conviene poner el foco en hábitos y descanso.

Fármacos y estimulantes: piezas que suman

Los estimulantes para TDAH y algunos ISRS pueden facilitar el apretamiento, sobre todo al iniciar o ajustar dosis. La cafeína y el cacao por la tarde-noche tampoco ayudan. Carra y colaboradores lo recogen en Drug‑induced bruxism. Si sospechamos efecto farmacológico, revisamos con su pediatra, ni más ni menos.

Cómo lo gestionamos con cabeza

Relacionamos el inicio de síntomas con cambios de medicación, ajustamos horarios y reducimos estimulantes nocturnos. El objetivo es quitar hierro a la activación sin perder eficacia terapéutica.

Dolor periférico y erupción: brotes que van y vienen

La erupción dental, caries o hipersensibilidad pueden disparar episodios transitorios. Tratada la causa local y reforzada la fluoración, el apretamiento suele remitir de golpe y porrazo.

Oclusión y forma dentaria: perpetuadores, no culpables únicos

Una mordida cruzada posterior o un resalte marcado no causan por sí solos el bruxismo, pero amplifican trauma y desgaste. El consenso de Lobbezoo et al. en Bruxism defined and graded (J Oral Rehabil, 2013) es claro: la oclusión es un factor más dentro del conjunto.

Predisposición familiar: terreno más sensible

Historia de bruxismo o roncopatía en la familia aumenta la probabilidad. No determina el cuadro, pero justifica vigilancia estrecha y actuación temprana cuando aparecen señales.

Cómo se combinan los factores

En muchos niños no hay un único detonante. Una vía aérea comprometida y rutinas irregulares elevan los microdespertares; el estrés y el mordisqueo mantienen la tensión diurna; ciertos fármacos sumados a estimulantes nocturnos aumentan la activación. Nuestro papel es tirar del hilo para priorizar lo que más pesa en cada caso y actuar con medida.

 

Tratamiento del bruxismo infantil: Soluciones para cada situación

Intervenimos con la mínima acción eficaz, protegemos dientes y sueño, y respetamos el crecimiento. Si hay ronquido o respiración bucal, coordinamos con Pediatría/ORL. Este enfoque práctico encaja con el consenso internacional de Lobbezoo et al. en Bruxism defined and graded (J Oral Rehabil, 2013) y con la ICSD‑3 de la AASM para los casos ligados al sueño. Al grano y sin rodeos.

Escenario: desgaste leve, sin dolor y sueño conservado

Educamos a la familia, ajustamos higiene del sueño (horario estable, sin pantallas la última hora) y vigilamos con revisiones periódicas. Si hay sensibilidad, aplicamos barniz de flúor y pautas de pasta fluorada según edad. No hace falta más. Aquí “menos es más”.

Escenario: bruxismo en vigilia (apretar en silencio al concentrarse)

Entrenamiento de conciencia

Reeducamos la postura de reposo: “labios juntos, dientes separados, lengua en paladar”. Establecemos recordatorios discretos y pausas activas cada 30–45 minutos. En 2–4 semanas se suele notar bajada de tensión; si no, ajustamos el plan. No tiene pérdida.

Hábitos y ergonomía

Reducimos mordisqueos (bolis, uñas) y el tiempo de chicle. Mejoramos la postura en estudio y el descanso visual. Pequeños cambios, gran diferencia en la fatiga muscular.

Escenario: dolor matutino y desgaste moderado

Fisioterapia orofacial suave

Estiramientos controlados y automasaje de masetero/temporal. Analgésicos puntuales si lo indica su pediatra. El objetivo es bajar carga sin forzar articulaciones, en línea con el enfoque conservador descrito por Okeson en Management of Temporomandibular Disorders and Occlusion.

Protección nocturna selectiva

En casos seleccionados, férula blanda de EVA de bajo espesor, ajustable y de uso nocturno. En dentición mixta preferimos diseños reversibles, con controles frecuentes y recambios según crecimiento. Evitamos férulas rígidas prolongadas sin indicación clara. Quitar hierro al problema es clave.

Escenario: ronquido, respiración bucal o sueño inquieto

Derivación y tratamiento causal

Cribamos signos de vía aérea comprometida y, si procede, derivamos a ORL/Pediatría para valorar adenoides, amígdalas y rinitis alérgica. Al mejorar la respiración, suelen bajar los microdespertares y con ellos el bruxismo del sueño (modelo descrito por Lavigne y Kato; coherente con ICSD‑3). A veces es mano de santo.

Maloclusiones que perpetúan el desgaste

Si hay mordida cruzada posterior u otras alteraciones que concentran trauma, valoramos ortodoncia interceptiva por función y salud periodontal, no “para curar” el bruxismo. La idea es repartir cargas y proteger estructura. Cuando la oclusión ayuda, el diente sufre menos.

Consecuencias dentales notables: cómo protegemos estructura

Si aparece dentina expuesta, hipersensibilidad o bordes muy aplanados, indicamos selladores o recubrimientos de resina para blindar el esmalte y ganar tiempo de crecimiento. Son medidas conservadoras y reversibles; nada de tallados agresivos en niños. Ir tirando del hilo con controles y fotos ayuda a decidir el ritmo.

Seguimiento y criterios de éxito

Revisamos cada 3–6 meses según riesgo. Medimos dolor con escalas infantiles, calidad del sueño referida por la familia y evolución del desgaste con fotografías en condiciones similares. Si hay férula, comprobamos ajuste y horas reales de uso. Si el cuadro mejora, reducimos intervenciones; si “va a más”, escalamos con sentido común.

Qué evitamos de rutina

No pautamos fármacos específicos para bruxismo en niños ni suplementos sin evidencia. Evitamos férulas rígidas prolongadas en dentición mixta salvo indicación clara. Y no hacemos ajustes oclusales irreversibles en dentición temporal por desgaste: priorizamos soluciones reversibles, tal y como recomiendan los marcos de J Oral Rehabil y la ICSD‑3.

Consejos para casa, sin complicarse

Rutina de sueño predecible, pantallas fuera del dormitorio, respiración nasal, pausas al estudiar y posición de reposo mandibular. Si hay dudas, nos tiene a un clic: nuestra unidad de Odontopediatría lo revisa y ajusta el plan. Ni más ni menos.

 

Si sospechas bruxismo infantil o ves que “va a más” en 2–3 semanas, lo sensato es una consulta para valorar con calma y decidir la mínima intervención eficaz. Revisaremos sueño, respiración y boca, con criterios clínicos claros y, si hace falta, coordinados con su pediatra u ORL. Sin dramatizar, pero sin dejarlo correr: cuanto antes afinemos el diagnóstico, antes protegemos dientes y descanso.

Estamos para ayudarte. Contáctanos en el 961436566 o escríbenos a  info@clinicadentalsatorres.es y pide una valoración y, si puedes, trae notas de lo observado en casa o un breve vídeo nocturno: nos ahorra tiempo y acorta el camino. En nuestra unidad de Odontopediatría te explicaremos opciones con lenguaje claro y un plan a medida, paso a paso y sin tratamientos innecesarios.

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