Tus problemas intestinales pueden empezar en la boca
En el 90% de las ocasiones le echamos la culpa a las comidas, pero hay estudios que confirman que, más veces de las que imaginamos, todo empieza en nuestra boca.
Hay una estrecha relación entre la salud bucodental y nuestra salud general.
La boca refleja indicios y síntomas de salud y de enfermedad, incluso algunas enfermedades que afectan al organismo en su conjunto pueden tener su primera manifestación en la cavidad oral.
Además, en la boca podemos ver algunas lesiones que pueden alertarnos sobre carencias de vitaminas, falta de minerales o déficit de nutrientes.
¿Cuáles son las causas?
En la boca están presentes varias bacterias, incluyendo aquellas relacionadas con las caries dentales, con las enfermedades periodontales y con enfermedades que afectan a la salud general.
Estas bacterias por lo general se mantienen bajo control con una buena higiene bucal, como el cepillado y el uso del hilo dental diarios.
Sin embargo, cuando las bacterias crecen fuera de control pueden ocasionar infecciones en las encías. De esta manera, la boca se convierte en una vía de entrada de bacterias directa a la sangre.
Pero no sólo las bacterias pueden provocarnos problemas de salud fuera de la boca. Además la falta de piezas dentales, la asimetría dental o los dientes apiñados que no generan una buena mordida, también pueden ser los responsables de muchos problemas digestivos.
¿Y los síntomas?
Los problemas en nuestra boca pueden provocar que nuestro estómago no asimile los alimentos de manera correcta.
Este problema puede provocar algunos malestares como: dolor de estómago, acidez, flatulencias, gases, vómitos, nauseas, mal aliento, etc.
Si tienes estos síntomas, pide cita en tu Centro Avanzado de Odontología de Paterna o Manises y te realizaremos una revisión gratuita para diagnosticar si esos problemas tienen su origen en tu boca.
¿Qué puedo hacer además de ir al dentista para mejorar mi salud intestinal?
Una vez diagnosticado el problema, puedes poner en práctica estos hábitos que te ayudarán a realizar mejor la digestión:
- Establecer horarios fijos para comer, ya que el organismo es de costumbres.
- Incluir en tu dieta diaria proteínas que estimulen la creación de enzimas digestivas y, sobre todo, no olvidar las fibras y las frutas que ayudan a la regularidad intestinal, evitan el estreñimiento y metabolizan mejor los alimentos.
- La hidratación es muy importante. Tomar agua favorece la digestión. Pero hay que procurar no tomar excesiva cantidad de agua con las comidas. Se recomienda dos horas antes o dos horas después de comer.
- Los probióticos: son microorganismos que permanecen activos en el organismo y ayudan a la flora bacteriana en el proceso digestivo. Algunos alimentos ricos en probióticos son los yogures frescos, el kéfir, el jocoque, el chucrut…
- Practicar deporte de manera habitual, incluso en invierno.