¿Sabías que el frío puede llegar a afectar a tus dientes? Pues así es. Las bajas temperaturas hacen que tus piezas se expandan y se contraigan lo que puede provocar pequeñas grietas en tus dientes que exponen el material sensible de la dentina y causarte sensibilidad dental.
¿Quieres saber más? Quédate con nosotros que te lo contamos todo en el blog de este mes.
El frío afecta a tus dientes
Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas tus dientes pueden padecer algunas patologías que probablemente no sepas que se deben a él. El frío puede llegar a provocar dolor de dientes, sensibilidad dental o grietas en los labios.
Sensibilidad dental. ¿Qué es?
La sensibilidad dental se define como un dolor dental agudo causado por la exposición de la dentina y que aparece tras el contacto con estímulos externos aparentemente inofensivos como el calor o el frío,
La dentina es el tejido que se encuentra inmediatamente debajo del esmalte. Está llena de aberturas diminutas que conducen al nervio dentro del diente. Tanto si el esmalte se ha desgastado como si se han retraído las encías, la dentina queda expuesta y es especialmente sensible a los cambios de temperatura.
Si tu dentina está expuesta, estos estímulos pueden provocarnos “frío en los dientes”, como escalofríos, una sensación dolorosa y aguda. Si ocurre esto es importante que lo tratemos, ya que, aparte de tener una sensación muy desagradable al comer o beber, puede favorecer la aparición de enfermedades periodontales y caries en los cuellos de los dientes.
Causas de la sensibilidad dental
Son varios los factores que pueden provocar que sintamos sensibilidad dental, además del frío que contribuye a aumentar el riesgo de padecerla, tenemos otras causas.
Uno de ellos es el del cepillado excesivamente fuerte. Cuando te cepillas los dientes de manera enérgica puedes llegar a desgastarte la capa protectora de los dientes lo que te va a provocar un aumento de la sensibilidad de tus piezas dentales.
Consumir determinados alimentos que tienen un ph bajo, de manera excesiva como pueden ser los cítricos, las mermeladas, el yogur, el té, el vino o los refrescos, contribuye a la erosión del esmalte.
La gingivitis, o la enfermedad de las encías, es otra de las causas de la hipersensibilidad. Cuando no mantenemos una correcta higiene bucal, las bacterias acumuladas en la boca producen la placa bacteriana y el sarro.
Y, algunos tratamientos como la cirugía periodontal, una limpieza profesional, o en menor grado, un tratamiento de blanqueamiento, pueden provocar una sensibilidad transitoria.
La caries aumenta la sensibilidad dental
Además, tienes que tener en cuenta que si tienes alguna caries, ésta puede aumentar la sensibilidad de esa pieza. Cuando una caries atraviesa el esmalte y llega hasta la dentina, puedes sentir dolor ante alimentos calientes, fríos o ácidos.
Por lo que, una vez más, es importante la prevención y establecer una rutina de visitas programadas a la consulta para realizarte las revisiones pertinentes. Y más, ahora, que ya comienza a notarse el frío.
Consejos para prevenirla
Como te hemos contado, las bajas temperaturas del invierno, el consumo de alimentos, bebidas calientes y de dulces pueden provocar hipersensibilidad dental. Para prevenirla te damos una serie de consejos para que tu boca se resienta lo menos posible:
El primero de ellos, y no nos cansaremos de repetirlo es el de mantener una higiene bucodental adecuada y con frecuencia. Evita el uso de cepillos muy duros que pueden desgastar el esmalte y usa dentífricos poco abrasivos.
Evita el consumo de bebidas y alimentos muy ácidos y elimina hábitos que te puedan dañar el esmalte como introducir en la boca o sostener con los dientes productos con componentes metálicos o rígidos.
Si eres de los que padece sensibilidad dental acude a tu dentista porque es importante tratarla cuanto antes,
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