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Qué entendemos por dentición temporal o dientes de leche

En Clínica Dental Satorres nos gusta hablar claro y sin sustos: la dentición infantil es una etapa natural, con sus tiempos y sus pequeñas “aventuras”. Los dientes de leche (o dentición temporal) son 20 piezas que trabajan a diario: ayudan a masticar sin dolor, al desarrollo del habla y a que los maxilares crezcan en armonía. También guardan el espacio para los dientes definitivos, como quien reserva una silla en la mesa familiar. Son importantes hoy y determinantes para mañana. Nuestro papel es acompañaros con rigor y cercanía, para que todo fluya “pasito a pasito” y sin dramas.

Primer Diente de Leche caído || Clínica Dental Satorres - Paterna Manises

Por qué la cronología es clave

Saber “cuándo aparecen y caen los dientes de leche” no es una curiosidad; es un indicador de que el desarrollo orofacial va por buen camino. Si los tiempos se adelantan o se retrasan mucho, pueden asomar maloclusiones, pérdidas de espacio o erupciones en mala posición. La evidencia científica —como recoge American Academy of Pediatric Dentistry, “Reference Manual”— utiliza el calendario de erupción para detectar a tiempo desviaciones que merecen una revisión tranquila. En cristiano: miramos el reloj, pero sin obsesionarnos con el “minuto y resultado”. Importa más el orden y la simetría que la fecha exacta.

Primer contacto odontológico: cuándo y qué evaluamos

Nuestra recomendación es sencilla y efectiva: primera visita cuando salga el primer diente o al cumplir el primer año. En esa cita, en Clínica Dental Satorres revisamos encías, secuencia eruptiva, hábitos de higiene y alimentación, y el riesgo de caries. Además, resolvemos dudas de “andar por casa”: si el bebé muerde mucho, si el chupete conviene retirarlo ya, si ese “bultito” en la encía es normal… La prevención temprana —tal y como subraya la European Academy of Paediatric Dentistry, “Policy on Early Childhood Caries”— evita sustos, tratamientos más complejos y, sobre todo, os da tranquilidad. Aquí venís a informaros, no a preocuparos: contad con nosotros para llevar esta etapa con naturalidad y buena letra.

Hemos preparado un recorrido práctico y ameno sobre la dentición infantil: cuándo aparecen y caen los dientes de leche: qué piezas suelen salir primero, qué márgenes de variación son normales, señales de alerta que conviene vigilar y cómo actuamos si algo se sale del guion. Todo con base científica, explicado “sin tecnicismos innecesarios” y con ese toque cercano que nos pedís en la consulta. Si alguna parte te suena a chino, respira: nuestro objetivo es que al terminar tengas la sensación de “vale, lo tengo”.

Calendario de erupción de los dientes de leche

Lo habitual es que erupcionen primero los incisivos inferiores, luego los superiores y, después, el proceso avance hacia los molares. Esta secuencia favorece el inicio del corte de alimentos y la fonación. La simetría derecha/izquierda es buen signo; ligeras diferencias son normales, pero asimetrías prolongadas requieren control.

¿Cuándo sale cada Diente? Calendario de los dientes de leche

Diente Meses Qué observar y qué hacer

Incisivo central inferior

6–10 meses Inicia la erupción dental. Babeo y mordisqueo frecuentes; molestias leves y transitorias. Medidas físicas (frío local) suelen ser suficientes.

Incisivo central superior

8–12 meses Posible enrojecimiento gingival. Si aparece fiebre alta o decaimiento, no atribuirlo a la erupción; valorar con pediatría.

Incisivo lateral (sup. e inf.)

9–13 meses Completa el frente anterior. Iniciar cepillado con pasta fluorada ≈1000 ppm (cantidad “granito de arroz”) y cepillo pediátrico.

Primer molar temporal

13–19 meses Aumenta la capacidad de trituración. Suele molestar más; útil el frío local y masaje suave en encía.

Canino temporal

16–23 meses Encía tensa con posible “punto blanco”. Molestias variables; no debería impedir comer o dormir varios días seguidos.

Segundo molar temporal

23–33 meses Completa la dentición de leche. Entre 30–36 meses lo habitual es tener las 20 piezas temporales.

Variación normal: márgenes razonables

Un desfase de 4–6 meses por pieza suele ser normal. Importa más la secuencia y la simetría que el día exacto. Sin ninguna pieza a los 12 meses o dentición temporal incompleta a los 3 años: mejor hacer una valoración odontopediátrica.

“Ya llega”: señales esperables y señales de alerta

Esperables: babeo, irritabilidad leve, encía tumefacta, sueño algo alterado, ganas de morder. Alerta: fiebre alta, diarrea persistente, apatía marcada, sangrado o supuración; no son “por los dientes” y requieren consulta.

¿Cuándo se caen los dientes de leche?

El recambio empieza entre los 6–7 años con los incisivos centrales inferiores, sigue con laterales y progresa hacia molares y caninos. La raíz del temporal se reabsorbe mientras el permanente empuja. No es necesario “forzar” piezas móviles: manipular en exceso inflama sin acelerar.

Cronograma orientativo de exfoliación (Caída) por pieza

Diente Años Explicación

Incisivos centrales

6–7 años Inician la dentición mixta. Los diastemas frontales transitorios son normales.

Incisivos laterales

7–8 años Asimetrías de erupción de semanas son frecuentes; si se prolongan meses, revisamos en consulta.

Primeros molares temporales

9–11 años Si se pierden pronto, podemos indicar mantenedor de espacio para preservar la longitud de arcada.

Caninos

9–12 años Sensibles a la falta de espacio (sobre todo superiores). El control precoz reduce el riesgo de inclusión.

Segundos molares temporales

10–12 años Cierran el recambio. Si se retienen, descartamos anquilosis o ausencia del germen con radiografía.

El “molar de los 6” erupciona sin que caiga ninguno

El primer molar permanente aparece hacia los 6 años por detrás del último molar de leche. Es clave para la oclusión y suele pasar desapercibido. Valoramos selladores de fosas y fisuras cuando están indicados; su eficacia en prevención de caries es alta (Featherstone, “The science of dental caries prevention”).

Diastemas “normales” en la etapa mixta

Los espacios interincisales y “espacios primates” son fisiológicos y suelen cerrarse con caninos y molares permanentes. Evitamos tratamientos estéticos prematuros salvo indicación ortodóncica clara.

¿Cómo suelen salir los dientes de leche?

En la dentición infantil hablamos de tres grupos sencillos: los incisivos (los de delante) cortan la comida y ayudan al habla; los caninos (en las “esquinas” de la sonrisa) guían la mordida; y los molares de leche (los de atrás) trituran. Cada grupo entra en juego cuando toca: primero cortar, después masticar más fuerte. Esa es la lógica del proceso de erupción de los dientes de leche.

Aparición Dientes de Leche || Clínica Dental Satorres - Paterna Manises

El orden habitual de salida: de delante hacia atrás

Lo más normal es que salgan primero los incisivos inferiores, luego los superiores y a continuación el resto hasta llegar a los molares. Ese orden ayuda a que el niño pueda empezar a comer con cortes sencillos y, más adelante, triturar sin esfuerzo. Que algún diente se adelante o retrase un poco no suele ser un problema si el conjunto sigue avanzando con sentido.

Salen “a pares”: lo esperable entre derecha e izquierda

Cuando aparece un diente en un lado, su “gemelo” del otro lado suele salir en semanas o pocos meses. Esa salida parecida a derecha e izquierda es una buena señal de que todo va acompasado. Si en un lado hay movimiento y en el otro pasan meses sin cambios, merece la pena comentarlo en consulta.

Arriba y abajo no siempre van a la vez

No es raro que los de abajo se adelanten un poco a los de arriba (sobre todo los incisivos). En los molares de leche las diferencias también son frecuentes. Hablamos de diferencias pequeñas: semanas o algún mes. Nos quedamos tranquilos si, en conjunto, la salida sigue el rumbo de “delante a detrás” y va apareciendo en ambos lados.

Rangos de tiempo: cuánto margen es normal

Los calendarios orientan, pero no son un cronómetro. Un margen de 4–6 meses arriba o abajo para cada pieza entra dentro de lo normal. Miramos más el orden, que salga en ambos lados y que la encía esté sana, que el día exacto del calendario.

Cuándo conviene revisar: ejemplos claros

Escenario clínico Recomendación del equipo

Sale “por detrás” o muy torcido

Revisión odontopediátrica y, si procede, radiografía para ver la trayectoria. Medidas interceptivas sencillas: guiado de erupción, desgastes selectivos o extracción del temporal si está bloqueando. Valorar mantenedor de espacio y control cada 3–6 meses; derivación a ortodoncia si la desviación persiste.

Un diente de leche queda más “bajito” que sus vecinos

Sospecha de anquilosis. Confirmar con exploración y radiografía. Plan habitual: extracción programada del temporal anquilosado y colocación de mantenedor de espacio cuando sea necesario para no frenar al permanente. Seguimiento clínico y radiográfico hasta la erupción correcta.

Asimetría marcada entre lados durante meses

Estudiar si falta espacio o hay un obstáculo (supernumerarios, quistes, anquilosis). Radiografía para confirmar. Tratamiento dirigido: liberar el obstáculo, crear/recuperar espacio (p. ej., mantenimiento o expansión) y programar el timing del recambio. Controles periódicos para asegurar simetría de erupción.

Cómo lo comprobamos en consulta, sin tecnicismos

Revisamos el orden en que van saliendo, si aparece de forma parecida a derecha e izquierda y si hay espacio suficiente para los que faltan. Cuando hay dudas, una radiografía sencilla nos ayuda a confirmar que los dientes que vienen detrás están bien colocados y que no hay nada bloqueando el camino. Así decidimos si sólo observamos o si hace falta dar un pequeño empujón (por ejemplo, mantener espacio o guiar la salida).

Signos de alarma en caída de los dientes de leche

Lo normal, cuando empieza la salida de los dientes de leche, es que la encía se vea un poco tensa o blanquecina justo donde empuja el diente. Muchos peques babean más, buscan morder cosas frías y están algo más irritables, sobre todo por la tarde-noche. Estas molestias son leves y pasan en pocos días. Importante: no esperamos fiebre alta, ni supuración de la encía, ni mal estado general por el simple hecho de que salga un diente.

Señales normales vs. señales de alerta durante la salida

Normales: encía abultada sin pus, babeo, sueño algo más movido, ganas de morder, falta de apetito puntual, algo de irritabilidad. Puede haber una pequeña zona azulada en la encía (quiste de erupción): suele resolverse sola sin dolor intenso.

Alerta: fiebre alta persistente, pus o mal olor en la encía, decaimiento marcado, diarrea que no cede, rechazo continuado de líquidos o dolor que no mejora con medidas básicas. En estos casos, revisamos porque no lo atribuimos “sólo a los dientes”.

Cómo suele ser una caída sana (cuando se “mueven” y se caen)

Caída Dientes de Leche || Clínica Dental Satorres - Paterna ManisesLa caída de los dientes de leche empieza con una movilidad que aumenta de forma progresiva durante semanas o meses. El diente termina cayendo casi solo o con una mínima ayuda. Después, la encía puede quedar sensible 24–48 horas. Un poco de sangre al caer es normal; se controla con presión suave con una gasa limpia durante un par de minutos.

Señales de alerta durante la caída

Dolor intenso que no cede, mal olor persistente, aparición de un “granito” con pus (fístula).

Hinchazón de encía o cara, o que el diente definitivo esté saliendo “detrás” sin que el de leche se mueva nada en semanas.

En estos casos conviene valorar si hay infección, si falta espacio o si el diente de leche está “anclado” y hace de tapón.

Cómo aliviar las molestias (lo que sí funciona)

Las medidas físicas son seguras y efectivas: mordedores fríos (de nevera, no congelador), masaje suave de encía con dedo limpio o gasa, ofrecer agua si ya la toma y mantener rutinas de sueño tranquilas. Si es necesario, se puede usar paracetamol según peso con pauta profesional. Lo que no recomendamos por seguridad: geles con benzocaína, alcohol en encías o collares de ámbar (no han demostrado beneficio y pueden ser peligrosos), tal y como recuerda la American Academy of Pediatric Dentistry, “Guideline on Teething”.

Higiene y comida en estos días (dos claves sencillas)

Cepillado:

Aunque haya molestias, mantenlo suave y constante desde el primer diente. Una mínima sangre en encía inflamada es frecuente y no es señal para dejar de cepillar. Flúor: alrededor de 1000 ppm en “granito de arroz” para bebés y “tamaño guisante” a partir de 2–3 años, según edad y riesgo.

Alimentación:

Evita picoteo azucarado y bebidas azucaradas, especialmente por la noche. Texturas blandas cuando haya dolor y agua como bebida principal. Estos hábitos ayudan a prevenir caries en un momento en que las encías pueden estar más sensibles.

Si ves asimetría marcada (un lado avanza y el otro no en varios meses), si un diente asoma muy torcido o por detrás del de leche y el de leche no se mueve, si un diente de leche queda más “hundido” que sus vecinos durante mucho tiempo, o si aparecen dolor, hinchazón o pus. Con una exploración y, si hace falta, una radiografía sencilla, confirmamos que todo va en orden y decidimos si basta con observar o conviene guiar el proceso con una pequeña ayuda.

La salida y caída de los dientes de leche es un proceso natural, con pequeñas molestias que se manejan bien con frío, masaje y rutinas. Lo normal: irritabilidad leve, encías algo abultadas y dientes que se mueven cada vez más hasta caer. Lo que no aceptamos como “normal”: fiebre alta, pus, dolor fuerte sostenido o desviaciones claras del recorrido. Con información, observación tranquila y una revisión a tiempo cuando toca, todo suele ir sobre ruedas.

Retrasos en la aparición o caída de dientes de leche

Variantes constitucionales y familiares

Genética, sexo y prematuridad influyen. Patrones familiares de erupción “tardía” son frecuentes y no implican enfermedad. Seguimos de cerca y reforzamos prevención.

Factores locales

Anquilosis, dientes supernumerarios, quistes de erupción, falta de espacio o traumatismos pueden frenar el recambio. La radiografía guía si liberar obstáculos, extraer selectivamente y colocar mantenedor de espacio.

Factores sistémicos

Alteraciones endocrinas (p. ej., hipotiroidismo), nutricionales (déficit de vitamina D) o síndromes modifican cronologías. Coordinamos con pediatría según hallazgos (Wright et al., “AAPD Best Practices”).

Hábitos orales

Succión digital y chupete prolongado no “paran” dientes, pero favorecen maloclusiones y pérdidas de espacio, alterando trayectorias eruptivas. Planificamos retirada amable y refuerzo de hábitos funcionales.

Erupción precoz (natal/neonatal): qué hacer

Si hay dientes presentes al nacer o en el primer mes y lesionan la lengua (Riga-Fede), valoramos pulido, protectores o extracción si hay alta movilidad y riesgo de aspiración.

Cuándo conviene una valoración odontopediátrica

Edad Problema Explicación y actuación
Antes de 12 meses Sin salida de ningún diente Revisamos historia perinatal y familiar, exploramos encías y, si procede, solicitamos una radiografía sencilla. Suele bastar con observación y control en 3–6 meses; valoramos causas locales o generales si hay otros signos acompañantes.
A los 3 años Dentición de leche incompleta (faltan segundos molares) Descartamos obstáculos (falta de espacio, diente “pegado”), o ausencia del diente que viene detrás. Radiografía para confirmar y plan ajustado: guiar salida, mantener espacio o programar extracción selectiva si es necesario.
De 6 a 8 años Incisivos definitivos retrasados o “doble fila” Si el definitivo sale por detrás y el de leche no se mueve, hacemos radiografía. A veces conviene extraer el de leche de forma guiada para reconducir la salida. Seguimiento cada 3–6 meses y refuerzo de higiene en la zona.
De 9 a 12 años Caninos o molares de leche retenidos; asimetría entre lados Nos aseguramos de que no haya inclusión (el diente “no encuentra el camino”) o salida desviada. Podemos liberar espacio o derivar a ortodoncia para guiar el recorrido. Cuanto antes se detecte, más simple es la solución.
Cualquier edad (urgencia) Dolor intenso, hinchazón, fiebre, mal olor o pus Atención prioritaria para descartar infección o absceso. Tratamos el foco, pautamos analgésicos seguros y sólo antibiótico si está indicado. No lo atribuimos a “le están saliendo los dientes”.

Evaluación en clínica: cómo confirmar si el “cuándo” va bien

Anamnesis dirigida

Revisamos hitos del desarrollo, antecedentes médicos/familiares, hábitos orales, dieta, exposición a flúor y riesgo de caries. Con esta foto clínica orientamos la vigilancia.

Exploración clínica

Valoramos secuencia, simetría, salud gingival, movilidad y oclusión. Buscamos signos de anquilosis (infraoclusión, sonido “metálico” a la percusión).

Pruebas complementarias

Panorámica o periapical ante dudas de cronología, sospecha de agenesia, supernumerarios u obstáculos. La imagen guía el timing de intervenciones conservadoras.

Criterios diagnósticos

Retraso eruptivo significativo, anquilosis, agenesia de gérmenes y erupción ectópica. Con diagnóstico claro, el plan es más predecible y menos invasivo.

Actuación y “tratamiento” según el problema detectado

Curso normal con variación aceptable

Seguimiento periódico, educación en higiene y dieta, y refuerzo preventivo. Mensaje clave: calma, constancia y control.

Erupción sintomática: alivio seguro

Frío local, masaje suave y rutinas de descanso. Analgesia con paracetamol según peso si es necesario. Evitamos benzocaína tópica, alcohol o collares de ámbar (AAPD, “Guideline on Teething”).

Retraso por causas locales

Temporal anquilosado/retenido: puede indicarse extracción selectiva y mantenedor de espacio. Obstáculos (supernumerarios/quistes): descompresión o cirugía mínimamente invasiva y guía de erupción.

Pérdida temprana de temporales

Plan de mantenimiento de espacio para preservar la longitud de arcada y prevenir apiñamiento futuro.

Agenesia/ausencia de germen

Plan a medio-largo plazo con ortodoncia: cierre de espacios, redistribución o reposición cuando el crecimiento lo permita. Comunicación clara con la familia y revisiones periódicas.

Erupción ectópica o canino incluido

La intercepción temprana mejora el pronóstico: a veces basta con extracción programada del temporal o expansión si falta espacio (Ericson & Kurol, “Early treatment of palatally erupting canines”).

Erupción natal/neonatal sintomática

Pulido/ajuste, protectores linguales o extracción si hay alta movilidad y riesgo de aspiración. Objetivo: confort y seguridad del bebé.

Consejos prácticos por etapas para familias

Antes de erupcionar

Gasa humedecida sobre encías una vez al día y evitar biberones nocturnos con azúcares. Preparar el terreno es media victoria.

De 6 a 24 meses

Cepillado dos veces al día con pasta fluorada ≈1000 ppm (cantidad “granito de arroz”). Control de azúcares; nada de zumos ni biberón nocturno. Revisiones preventivas semestrales favorecen un recambio saludable.

De 2 a 6 años

Cepillado supervisado (cantidad “guisante”), técnica sencilla y constante. Plan de retirada de chupete y control de succión digital con refuerzos positivos; cero batallas con el cepillo.

Sara Plaza - Odontopediatría || Clínica Dental Satorres - Paterna Manises

Al iniciar el recambio

Vigilancia del molar de los 6; valorar selladores cuando proceda. Diastemas frontales: normales y transitorios en esta etapa.

Alimentación y hábitos

Menos picoteo azucarado y más agua. Premiar con juego/tiempo, no con chuches. La frecuencia de azúcar pesa más que la cantidad puntual (Fejerskov & Kidd).

Traumatismos en dientes de leche

Ante un golpe: limpieza suave, frío local y valoración. No reimplantamos dientes de leche avulsionados (daño al germen permanente). Cambios de color, dolor o fístula: revisión prioritaria.

Dónde ampliar información

Consulta nuestra página de Odontopediatría en Clínica Dental Satorres (Paterna y Manises) para recursos prácticos por edades.

Cómo te ayudamos en Clínica Dental Satorres

Valoración y seguimiento

Control personalizado de la Dentición infantil: cuándo aparecen y caen los dientes de leche, con exploración cuidadosa y radiografía cuando está indicada. Enfoque conservador, claro y cercano.

Prevención y educación

Programas por etapas, selladores cuando proceden, flúor ajustado, guías de higiene y alimentación. Cuidamos la experiencia del paciente y su familia: visitas amables y planes sin sorpresas.

Intercepción y coordinación

Si detectamos desviaciones (retenciones, anquilosis, erupción ectópica, pérdida de espacio), intervenimos a tiempo y coordinamos con ortodoncia para erupciones ordenadas y sonrisas estables.

En nuestras clínicas de Paterna y Manises, nuestra unidad de Odontopediatría está pensada para que los peques se sientan tranquilos desde la puerta: explicamos cada paso con calma, revisamos el “uno a uno” (primer diente/primer año), y te damos un plan claro y sencillo en casa (higiene por edades, selladores cuando están indicados, control de hábitos y, si hace falta, mantenedores de espacio). Si te preocupa cuándo “toca” que salgan o se caigan los dientes o ves alguna señal que no encaja, pide cita en nuestra clínica de Paterna o Manises. Anticiparse evita tratamientos más complejos y, sobre todo, os da tranquilidad: hoy cuidamos su cronología dental para que mañana disfrute de una sonrisa sana y bonita.