¿Sabías que los niños también pueden sufrir bruxismo?
Efectivamente, hay estudios que demuestran que 1 de cada 10 niños sufre bruxismo.
El bruxismo consiste en apretar la mandíbula y los dientes de forma inconsciente debido al estrés. Por ello, siempre se ha asociado a los adultos, pero cada vez se detectan más casos en niños de entre 4 y 13 años.
También en niños, el estrés es la causa principal del bruxismo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada 3 niños padece más estrés del que debería. Y cuando cumplen los 13, el porcentaje supera la mitad.
Los niños pueden agobiarse especialmente por:
- La llegada de un hermanito o hermanita
- Cambio de casa
- Tensión y discusiones en el ambiente familiar
- Ingresos en el hospital
- Problemas sociales en la escuela
- Estrés por exámenes…
A veces el bruxismo en niños, forma parte del desarrollo de los músculos y huesos faciales. Y suele desaparecer cuando son adolescentes. Pero hay que prestarle especial atención porque puede ocasionar desgaste en los dientes, dolor mandibular y muscular.
Si tienes hijos y observas que rechinan los dientes continuamente, es recomendable que reserves una cita gratuita con la odontopediatra, para diagnostique el caso, estudie la causa y os recomiende la solución adecuada para el pequeño/a.
El tratamiento más recomendado para combatir el bruxismo es la férula de descarga. En niños es recomendable realizar antes de irse a la cama, una serie de ejercicios que disminuyan la tensión mandibular:
- Hinchar un globo: coge aire por la boca de aire, hincha las mejillas, mantén el aire unos segundos y suéltalo suavemente.
- Haz la piraña: para hacer la piraña, mueve la mandíbula hacia delante e intenta tapar el labio de arriba con el de abajo.
- Habla con la letra A: di la letra A y a continuación pronuncia las 5 vocales, dejando la mandíbula como al decir A.