¿Estrés? Así afecta a todo tu cuerpo
A menudo se habla de manifestaciones que provocan el estrés en nuestra salud, como la irritación, la falta de apetito, la sudoración excesiva, la presión arterial o la tensión muscular.
Todos en algún momento hemos padecido algún episodio de estrés, pero cuando se produce de manera constante, puede derivar en la aparición de diversas patologías tanto en nuestra boca como en el resto del cuerpo.
¿Cómo afecta el estrés a nuestra boca?
El estrés hace que el sistema inmune se debilite y disminuya la producción de saliva. Menos saliva implica que los ácidos aumenten y ataquen directamente a dientes y encías, pudiendo provocar caries, enfermedades periodontales y sensibilidad dental.
Gingivitis
La ansiedad puede provocar inflamación y sangrado en las encías, una afección que puede derivar a la gingivitis (enfermedad crónica de las encías) con dolor al cepillado y una mayor sensibilidad dentaria.
Bruxismo
Otro de los síntomas más habituales es el bruxismo. Se trata de un hábito involuntario que consiste en apretar y rechinar los dientes. Existen diferentes tipos de bruxismo:
- Diurno: se manifiesta en situaciones de tensión psíquica o de concentración extrema.
- Nocturno: asociado a las horas de sueño, ya que por la noche se descarga la tensión emocional padecida durante el día.
El bruxismo arrastra otras complicaciones que, a la larga pueden derivar en hipersensibilidad dental, desgaste dental, tensión muscular, dolor de oído, de cuello y de cabeza, dificultad o molestias para masticar, aumento de la movilidad dental e incluso insomnio.
Herpes labiales y aftas
En personas sometidas a estrés es normal que puedan aparecer este tipo de virus. Normalmente se reproducen cuando el organismo está bajo de defensas.
¿Cómo se pueden proteger los dientes?
- Aunque no tengas ninguna molestia o dolor, reserva cita para una revisión sin coste, al menos una vez al año.
- Evita morderte las uñas, morder un boli… etc
- Cuida tu dieta, con alimentos antiinflamatorios y ricos en fibra como las verduras.
- En caso de usar prótesis o implantes, extrema el cuidado de la higiene dental.
¿Cómo afecta el estrés al resto de nuestro cuerpo?
Cuando sentimos una amenaza, nuestro hipotálamo inicia un sistema de alarma en el cuerpo, a través del sistema nervioso y hormonas como la adrenalina y el cortisol.
La adrenalina aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial; y el cortisol aumenta la producción de glucosa en la sangre y altera las respuestas del sistema inmune, digestivo y reproductor.
Problemas cardiovasculares
Además, a ello se suma que las infecciones graves en las encías son consideradas factores de riesgo a la hora de padecer un problema cardiovascular, ya que las bacterias pasan a la sangre y posteriormente podrían taponar una arteria.
Lento crecimiento del cabello y aumento de canas
El estrés altera la absorción de ciertos oligoelementos y aminoácidos esenciales para el crecimiento del cabello.
También puede provocar el estrechamiento de las arterias, limitando el flujo sanguíneo al cuero cabelludo.
Por otro lado, se ha demostrado que el aumento de canas por estrés no es solo un mito.
Sarpullido, urticaria y granos en la piel
En estados estresantes el cuerpo segrega adrenalina y cortisol, hormonas que provocan un desequilibrio hormonal que puede derivar en un sarpullido o urticaria. Se puede manifestar a través de ronchas rojas que causan ardor.
Por otro lado, los altos niveles de cortisol aumentan la producción de aceites y grasas corporales, lo que contribuye a la aparición de granos.
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