¿Qué es el mal aliento?
El mal aliento es un problema común, ocasionado la mayoría de las veces por olvidar cepillarnos, cepillarnos mal, consumir alcohol, fumar o comer comidas específicas, y se suele solucionar en cuestión de horas, sin afectar la salud de la persona. También existen casos de halitosis grave, donde el mal aliento no desaparece en varios días, aunque se utilicen las soluciones comunes.
Es fundamental recordar que el mal aliento persistente o crónico puede indicar un problema de salud subyacente que requiere atención y tratamiento médico.
Términos médicos asociados
Tanto «halitosis» como «mal aliento» se utilizan para referirse al olor bucal desagradable. Sin embargo, en el contexto médico, la «halitosis» se utiliza específicamente para describir los casos de mal aliento que son crónicos y persistentes, y que a menudo requieren una investigación adicional para identificar y tratar la causa subyacente.
Características del Mal Aliento
Los olores provenientes del mal aliento varían, dependiendo de cuál es su causa subyacente. Por lo general, los olores son producto de la descomposición de materia orgánica en la boca, como alimentos, células muertas y microorganismos; este proceso de descomposición libera CVS o Compuestos Volátiles Sulfurados, que ante el olfato humano, son olores marcados y desagradables.
Descripción de cómo se presentan los olores bucales
Olor a amoniaco
Puede estar relacionado con problemas renales.
Olor fétido
Puede estar relacionado con problemas bucales de las encías, como gingivitis o periodontitis.
Olor dulce
Puede estar relacionado con diabetes no controlada de tipo 2 que ha inducido al cuerpo en cetoacidosis.
Olor podrido
Indica la presencia de sulfuro de hidrógeno, un CVS producto de la descomposición de alimentos y células en la boca.
Frecuencia y variabilidad del mal aliento
Halitosis temporal
La halitosis temporal se caracteriza por desaparecer al cabo de algunas horas o días, dependiendo de cuál sea su causa subyacente (fumar, alimentos como el ajo o falta de higiene), y puede ser muy frecuente en algunas personas, dependiendo de cuales sean sus hábitos diarios y alimentación.
Halitosis crónica
La halitosis crónica desaparece solo cuando su causa patológica subyacente es tratada y sanada. Dependiendo de cuál sea la enfermedad que ocasione la halitosis crónica, esta puede durar desde meses hasta años e incluso toda la vida, presentando periodos de mayor y menor frecuencia a lo largo de esta.
Autoevaluación de la Halitosis
Es normal que las personas se acostumbren a su propio olor corporal, y eso complica la autoevaluación de la halitosis, ya que las personas no suelen percibir su propio mal aliento. Las soluciones prácticas son utilizar un raspador lingual y luego olerlo, lamer la muñeca y olerla cuando se seque o utilizar hilo dental y después olerlo.
Percepción de la Halitosis por parte de terceros
Es más fácil detectar la halitosis debido a la percepción de un tercero que por una autoevaluación. La mayoría de los casos de halitosis fueron percibidos gracias a que un amigo, familiar o un dentista de confianza, lo notaron y lo mencionaron.
Tipos de Mal Aliento
Mal aliento transitorio
La halitosis transitoria no es causada por ninguna causa subyacente perjudicial, porque sucede gracias a malos hábitos prolongados, como no cepillarse los dientes o fumar diariamente.
Estas prácticas van dañando nuestra salud y con ello deteriorando el aliento neutral que tiene la boca. Este tipo de halitosis es reversible y se revierte por medio de un cambio de rutina. En la halitosis temporal, puede tardar días para que la boca recupere su aliento neutral.
Halitosis crónica
La halitosis crónica es causada por un problema de salud subyacente y perjudicial, que requiere un chequeo dental con el odontólogo, el cual determina si la causa de la halitosis es de carácter bucal o extrabucal, y si es necesario ser derivado con un especialista para explorar las diversas causas posibles (como la diabetes, la sinusitis crónica, insuficiencia hepática, etc.)
Causa bucal del mal aliento
Tiene su origen dentro de la boca. Algunos casos comunes son las infecciones orales, como los abscesos, las condiciones de la mucosa oral, como las aftas y las condiciones agravadas por acumulación de placa, como la periodontitis.
La halitosis crónica bucal desaparece cuando se logra aliviar la enfermedad dental que la provoca; de otra manera, solo pueden utilizarse medidas contenedoras temporales, como las mentas, el enjuague bucal o el chicle, para disminuir la intensidad de la halitosis mientras se recibe tratamiento.
Causa extra-bucal mal aliento
Tiene su origen fuera de la boca, es decir, hay alguna parte enferma del organismo que está provocando, como síntoma, una halitosis crónica. Algunos casos comunes son enfermedades respiratorias, como la sinusitis crónica, problemas gastrointestinales como el reflujo gastroesofágico, y enfermedades sistémicas, como la diabetes.
La halitosis crónica extra-bucal desaparece cuando se logra aliviar la enfermedad subyacente que la provoca; de otra manera, solo pueden utilizarse medidas contenedoras temporales, como las mentas, el enjuague bucal o el chicle, para disminuir la halitosis mientras se recibe tratamiento.
En algunos casos, si el mal aliento es causado por una infección bacteriana, el médico puede recetar antibióticos para tratar la infección. Sin embargo, es importante recordar que estos medicamentos deben usarse solo bajo la dirección de un profesional de la salud.
Causas del Mal Aliento
Causas bucales
Bacterias en la lengua
Las bacterias se acumulan en los dientes, pero también en nuestra lengua. Estas bacterias descomponen los restos de comida y liberan compuestos de azufre que provocan mal aliento. Para evitar adquirir mal aliento de esta forma, se utiliza un limpiador lingual en la rutina de higiene dental diaria.
Infecciones bucales
La gingivitis, periodontitis, los abscesos dentales y las caries provocan mal aliento. Para aliviar estas causas, la persona debe acudir al dentista para recibir un diagnóstico y tratamiento.
Boca seca
La boca seca contribuye activamente al mal aliento, ya que la saliva es fundamental para la limpieza de aquellos ácidos que desprenden las bacterias en nuestra boca, y que en altas concentraciones corroen los dientes. Para evitar la boca seca es importante beber la suficiente cantidad de agua que nuestro cuerpo necesita para mantener un flujo de saliva constante.
Acumulación de placa y sarro
El exceso de placa bacteriana en la boca conduce a la producción de sarro, y ambos son causantes comunes del mal aliento. Para evitar la acumulación de placa, los dientes deben ser cepillados al menos dos veces al día, y para eliminar las formaciones de sarro, el paciente debe acudir al odontólogo para recibir una limpieza dental.
Causas no bucales de la halitosis
Alimentos y bebidas específicas
El ajo, la cebolla, las especies, los licores y el café pueden producir mal aliento.
Tabaco
El tabaco inhalado o masticado puede provocar mal aliento temporal.
Factores dietéticos
El ayuno prolongado y las dietas muy bajas en carbohidratos son causantes comunes del mal aliento, ya que inducen la cetosis en el cuerpo, un proceso metabólico caracterizado por la quema de grasas y que produce la liberación de acetona, que provoca el mal aliento “cetónico”.
Ingesta de medicamentos
Los medicamentos pueden liberar sustancias que generen mal aliento, o pueden provocar sequedad bucal, que posteriormente contribuye al mal aliento. Algunos ejemplos son la nefidipina, que trata la presión arterial alta, la fenitoína, para ataques epilépticos, y la clozapina, un antipsicótico.
Enfermedades adyacentes
Algunas enfermedades del hígado, enfermedades renales y algunos tipos de cáncer están relacionados con la aparición de halitosis crónica, con una frecuencia constante o intermitente. Asimismo, las infecciones en el sistema respiratorio, como la sinusitis crónica o la bronquitis, pueden contribuir al mal aliento. Los fluidos producidos en el sistema respiratorio pueden portar olores desagradables que se perciben cuando se exhala.
Diagnóstico del Mal Aliento
Historial clínico y anamnesis
Primero se interroga al paciente y se le pide que describa sus síntomas y signos, posteriormente se le pide información acerca de su historial clínico y rutina diaria, donde se indaga acerca de su alimentación y sus hábitos y las enfermedades que ha padecido o padece actualmente, junto con los medicamentos que toma.
Análisis inicial del olor
El dentista huele directamente el aliento del paciente, para hacer una primera determinación de la presentación del olor, que puede ser fétido, dulce, podrido o similar al amoniaco.
Examen visual de la cavidad oral
El dentista busca señales de gingivitis, abscesos o periodontitis, y determina el nivel de crecimiento de la placa y el sarro, para decidir si descartarlo o tenerlo en cuenta, como un probable factor causante.
Evaluación de la salud lingual
Se evalúa si la lengua posee una capa blanquecina superficial, llamada saburra, la cual indicaría la falta de limpieza lingual como un posible factor causante del mal aliento.
Prueba de aliento y uso de halimetros
Los halimetros son dispositivos que cuantifican la concentración, en el aliento, de compuestos de azufre volátiles (VSC), productos residuales de la actividad bacteriana. Mientras más alta sea la concentración, más descomposición bacteriana sucede en la boca del paciente, lo cual es anormal, indicativo de malos hábitos de higiene, acumulación de sarro, esmalte dental deteriorado, etc.
Además, en algunos casos, el médico puede tomar muestras de saliva para realizar un análisis de laboratorio. De esta forma, se puede evaluar el número y las especies de bacterias presentes en la boca del paciente. También se puede realizar un examen de la garganta y la nariz para descartar cualquier problema relacionado con estos.
Tratamiento para el Mal Aliento
Estos tratamientos son para casos de halitosis crónica, y deben ser monitoreados por un dentista y un médico particular.
Tratamientos específicos para causas subyacentes
Si la causa es bucal, el paciente debe recibir tratamientos indicados por el dentista, dependiendo de cuál sea la afección. Las causas más comunes son casos de sarro, gingivitis o periodontitis, y las tres condiciones, dependiendo de la gravedad, se tratan con limpieza dental superficial o profunda y se complementan con otros tratamientos, como alisado radicular en el caso de la periodontitis.
En caso de que el mal aliento sea provocado por una enfermedad sistémica o causa extrabucal, se debe recibir tratamiento indicado por un médico especialista, mientras que el dentista monitorea el trayecto de la halitosis y le indica al paciente medidas temporales de contención de la halitosis, como el enjuague bucal, las mentas o chicles.
Uso de productos específicos para el mal aliento
Enjuagues bucales
Son la opción de cabecera en casos de halitosis crónica y transitoria. El enjuague bucal es multi-acción, ya que ayuda a reducir el mal aliento, a eliminar las caries, prevenir la formación de placa y desinflamar las encías. Los enjuagues bucales deben utilizarse bajo las instrucciones en la etiqueta de fábrica, donde nos darán información del modo y frecuencia de empleo. Por lo general, se recomienda su uso dos veces al día.
Chicles o caramelos sin azúcar
Estos alimentos contribuyen a evitar la boca seca e incluyen saborizantes de menta, que ayudan a mejorar el aliento por algunas horas. Es importante que no tengan azúcar, ya que en exceso podrían promover la aparición de caries.
Cuándo acudir a otros profesionales de la salud
Si luego de su revisión con el dentista y de haber implementado tratamientos de limpieza dental y mejoras en sus hábitos, no existe una mejoría permanente de la halitosis, debe consultar con un médico general, que le indique los exámenes pertinentes y posteriormente lo derive con un especialista.
Soluciones Caseras para el Mal Aliento
Higiene bucal adecuada
Cepillado, uso del hilo dental y enjuagues
En algunos casos de halitosis, la higiene bucal adecuada no soluciona el problema, pero sí evita que empeore. El paciente con halitosis debe cepillarse al menos dos veces al día, utilizar hilo dental para limpiar los espacios interdentales que son inaccesibles para el cepillo y complementar la limpieza con un enjuague, que elimine todas las bacterias remanentes.
Limpieza lingual
Las bacterias no solo se acumulan en los dientes, sino también en la superficie de la lengua. El identificativo principal para determinar si la lengua está sucia, es la presencia de una capa blanquecina sobre esta, llamada saburra, que no es más que la acumulación de bacterias, restos de alimentos, células muertas y desechos metabólicos. Limpiar diariamente la lengua junto con los dientes, es importante para que la halitosis no se manifieste o empeore.
Alimentos y bebidas útiles
Masticar hierbas frescas
El perejil, cilantro o menta pueden lavarse y masticarse como un método de refrescar el aliento, neutralizando temporalmente los olores desagradables.
Consumir fruta fresca y crujiente
El pepino, la zanahoria, la pera, el apio y otras frutas también pueden ayudar a absorber todos los olores desagradables y neutralizarlos temporalmente.
Té verde
Los polifenoles del té verde inhiben la actividad metabólica de las bacterias y dificultan su adhesión a nuestros dientes, brindando un efecto protector temporal a la cavidad bucal.
Regularidad en la hidratación
Beber agua regularmente durante la halitosis nos ayuda a disminuir su intensidad, porque el agua remueve y limpia superficialmente las bacterias y restos alimenticios, evita la sequedad bucal y promueve la producción de saliva.
Cuándo son y no son adecuadas estas soluciones caseras
Independientemente del tipo de halitosis, sea bucal o extrabucal y transitoria o crónica, se pueden emplear las soluciones caseras anteriores, para mejorar temporalmente el mal aliento de manera segura.
Prevención del Mal Aliento
Cuidado dental adecuado
Mantener una rutina de limpieza dental diaria nos ayuda a prevenir la acumulación de placa bacteriana y de saburra lingual, importantes causantes de la mayoría de casos de halitosis transitoria y crónica.
Visitas regulares al odontólogo
El cuidado dental adecuado también involucra recibir, al menos dos veces al año, una profilaxis o limpieza dental, la cual elimina las formaciones más profundas de sarro, que no podemos eliminar solo con el cepillo o hilo dental. Este procedimiento solo puede ser realizado por un dentista, por lo que visitar regularmente a nuestro dentista es un factor crucial en la prevención de las causas que originan la halitosis.
Alimentación saludable
Masticar alimentos crujientes que estimulen la producción de saliva, evitar el exceso de carbohidratos en la dieta y consumir mínimo un litro de agua al día, son hábitos simples, pero fundamentales que las personas pueden implementar en su dieta para evitar el mal aliento. Además, mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a prevenir el mal aliento. Esto incluye seguir una dieta equilibrada, que sea rica en vegetales y frutas, y moderar la ingesta de alcohol y tabaco.
Mitos y Verdades sobre el Mal Aliento
El mal aliento siempre es causado por mala higiene bucal
La mala higiene bucal puede ser una causa común de la halitosis, pero la verdad es que no es la única. La halitosis puede ser provocada por diferentes tipos de enfermedades y hábitos, que no están relacionados con la mala higiene bucal.
Comer mentas o chicle de menta elimina el mal aliento de forma permanente
Las mentas o chicles de menta pueden disminuir temporalmente el mal aliento, pero la verdad es que no lo solucionan de raíz. Para lograr esto, debe identificarse primero la causa del mal aliento, y determinar el mejor tratamiento para solucionarlo.
El mal aliento siempre proviene del estómago
El reflujo estomacal puede ser una causa del mal aliento, pero no es la única. La verdad es que, los diferentes causantes de la halitosis se originan en diferentes áreas del organismo, y no exclusivamente en el estómago.
